El retorno de la bruja Baba Yaga- E41
El pez de diamante- E40
La rosa de Lalilá- E39
La serpiente blanca- E38
Hace unos años, en un frondoso bosque, habitaba una serpiente blanca. Dicha serpiente poseía un don que muchos deseaban obtener. Uno de ellos era el rey, que movió cielo, tierra y mar para dar con ella. Eso a ella no le importaba, pues su deber era cuidar del bosque Ticona y de los habitantes que habitaban en él. Una noche, de la nada, una ardilla llamada Susanita se acercó a la serpiente y le contó muy apurada que los soldados del rey iban a por ella y estaban destrozando el bosque buscándola. Eso preocupó a la serpiente e ideó un plan para escabullirse entre la oscuridad de la noche. Sus amigos la ayudaron a distraerlos y ella marchó victoriosa y a la vez triste a otro bosque llamado Megrini. Cuando llegó a dicho paraíso, se enamoró completamente de aquel paisaje tan verde y hermoso. Al tiempo de estar ahí, conoció a una serpiente negra llamada Voldemort y las dos serpientes se enamoraron perdidamente y tuvieron Voldemorcitos. Y fueron felices hasta que el rey la encontró y se la cenó.
FIN
Cuento original: "La serpiente blanca".
(Sin título) E37
La noche maligna de los niños- E36
Érase una vez una bruja a la que quemaron y no murió, pues volvió después de trescientos años. La bruja se mudó a la orilla del mar donde consiguió una casa donde vivir. La bruja salía por las noches a volar con su escoba mágica por los cielos, por encima del mar, y cada vez que veía un niño le entraba hambre. La bruja bajaba a por los niños y, al ser muy lista, se hacía pasar por una chica normal y los engañaba dándoles chuches mágicas, seduciéndolos con eso. La bruja aprovechaba y se los comía. También aprovechó para reformar su casa y hacerla de dulces de chocolate y golosinas.
Cuento original: "La casita hecha de dulces".
Reencuentro- E35
La venganza de la madre de Juan Chapinica- E34
—Quiero un salero lleno de sal gruesa y a cambio te daré la cuchara.
Laura fue muy rápido a mirar si en su casa tenía sal gruesa y, por desgracia, no tenía, así que tuvo que ir corriendo a comprarla. Mientras tanto, Juan estaba fatigado, no podía respirar, estaba empezando a ahogarse. Finalmente, se ahogó.
Minutos después, su madre llegó a casa y fue rápidamente a la olla, pero Juan ya no estaba flotando, se había hundido. Laura estaba muy triste, pero a la vez muy cabreada con su vecina. Planeó una venganza para ir a quemar su casa. Toda enfurecida, llegó, abrió una ventana y comenzó a echar gasolina por toda la casa hasta acabar la garrafa. Sacó un mechero y lo encendió, pero algo en su cabeza sonó “Mamá, no lo hagas” era su hijo. Laura dejó el mechero en el suelo y por su arrepentimiento empezó a llorar.
Cuento original: "Juan Chapinica".
Los bailarines de Bryant Myers- E33
El enigma- E32
Ali Baba y Nabila- E31
Por la mañana, en el bosque, un hombre estaba de camino al mercado, cuando al pasar por el castillo de Ali Baba, lo vio con dos hombres que tenían pinta de ladrones. Llevaban unas bolsas muy grandes y las metieron en una habitación que tenían al lado del castillo. Cada vez que el hombre pasaba por allí, los volvía a ver. Pasó el tiempo, y cuando el hombre pasó por allí, vio a Nabila y le preguntó si conocía al hombre del castillo y le contó lo que había visto. Nabila entró en la habitación y se quedó con la boca abierta. Al abrir la puerta, vio mucho oro y diamantes. Nabila escuchó ruidos y se escondió detrás de una gran bolsa. Después, entró Ali Babá con los dos hombres.
— Qué poca cantidad habéis traído hoy—dijo Ali Baba.
— Es que no había mucha gente rica en el mercado— le respondió el primer hombre con voz sonora.
— Tenemos que salir a pillar más cosas—dijo el segundo hombre.
El señor de la noche- E30
El agua bendita- E29
La feria- E28
El soldado y el diablo- E27
La zorra y el cuervo se invitan a comer- E26
Érase una vez un cuervo que estaba en una boda entre un tucán y una zorra. El cuervo estaba bailando tranquilo con sus amigos hasta que vio una foca bailando con sus amigas. El cuervo dijo de hacer un reto: jugar al piedra, papel o tijera y quien perdiera podría pedir el número a alguna chica. Jugaron el capibara, la tortuga, el oso pardo y el cuervo. Perdió el capibara. Los dos se fueron a pedir el número a la zorra y a la foca, y ellas aceptaron. Intercambiaron números y las chicas les pidieron que se quedaran con ellas pues así se conocerían y los chicos aceptaron. Estuvieron en la boda hasta las ocho y media de la tarde porque el cuervo les dijo de ir por la playa e ir a cenar y el capibara dijo que era buena idea, las chicas aceptaron. Antes de que se subieran al coche del cuervo, las chicas se fueron a hablar y volvió la zorra sonrojada y la foca venía feliz. Se fueron a la playa y de camino el cuervo confesó que le gustaba la zorra y se dieron un pico. El capibara y la foca estaban detrás besándose, se fueron a cenar. Estuvo bien la noche. Al dejar a las chicas en su coche, los chicos dijeron: "mañana paso ubicación y venís a cenar”.
Cuento original: "La zorra y el cuervo se invitan a comer".
Los dos lobos y los siete cabritillos- E25
Los tres animales de pueblo- E24
Los perros de la guarda- E23
La futura millonaria y el gitano- E22
—Con esfuerzo, dedicación y ganas.
Él le dijo que comiera alimentos que le gustaran, para que estuviera mejor, pero que también tenían que ser saludables. Él le recomendó “el gitano” (un pescado). Tras comerlo, diez años después, la chica pudo comprar su coche. A los cuarenta años compró una mansión, contrató una gitana y comió gitano en honor a su tío.
Juan descubre el miedo- E21
Érase una vez, hace bastante tiempo, el hijo del famoso Juan Sin Miedo, que tampoco temía a nada. El chico, también llamado Juan, quería ser igual que su padre, absolutamente igual. Para él, su padre siempre fue un gran ejemplo a seguir. Siempre le decía que algún día él tendría que conocer lo que es el miedo. Juan no quería descubrirlo jamás, él siempre le decía a su padre que no necesitaba saber qué era sentir el miedo, a lo que su padre le respondía que algún día lo descubriría. Una mañana, Juan se despertó temprano, como todas las mañanas, su padre no estaba en casa como de costumbre, estaba en el trabajo y hasta la hora de la comida no volvería a casa con su hijo. Juan se preparó y se fue a la escuela. Cuando regresó a casa, hizo la comida para su padre y para él, como todos los días, ya que desde que falleció su madre, se tenía que encargar de todas las tareas del hogar. Cuando terminó de hacer la comida, puso la mesa y se sentó a esperar que su padre llegara. Ya había pasado una hora y su padre no se equivocaba, pasaron las horas y tampoco volvía. Juan había empezado a experimentar un extraño sentimiento que él nunca había sentido. ¿Sería miedo? Enseguida, Juan lo negó, él nunca había sentido miedo y jamás lo iba a sentir. Ya era de noche y su padre tampoco había aparecido, estaba bastante preocupado, en primer lugar, por la desaparición de su padre y, en segundo lugar, por el extraño sentimiento que había comenzado a sentir. Juan salió de casa y buscó a su padre por todo el pueblo. Le preguntó a todos sus vecinos, pero ninguno sabía dónde estaba su padre. Juan regreso a casa, sin ningún tiempo de esperanza de encontrar a su padre. De repente, se abrió la puerta de casa, por fin, su padre había aparecido. Juan fue corriendo a abrazar a su padre, le preguntó dónde había estado y por qué no había venido antes a casa. Su padre, sonriente, le contestó que tenía que enseñarle lo que era el miedo. Finalmente, Juan, después de tanto tiempo había descubierto lo que es el miedo.
Cuento original: "Juan sin miedo".
La muerte no es lo que parece- E20
La búsqueda- E19
Un día más, un niño llamado Pepe estaba jugando con los cromos, un juego que a él le gustaba mucho. Como cada fin de semana, su tío y él fueron a una tienda donde vendían cromos y así estuvieron yendo durante un par de meses. En una de sus visitas a la tienda, Pepe abrió un sobre cromos, sin esperanzas de que le tocara algo bueno, pero, al abrirlo, se encontró con Messi, balón de oro. De vuelta a casa, Pepe se dio cuenta de que el cromo se le había caído por el camino, así que no tuvo más remedio que buscarlo. Buscó, buscó y siguió buscando, pero no lo encontró, así que necesitó la ayuda de su tío, ya que él quizá supiera dónde podía estar. Entonces, de nuevo empezaron a buscarlo y, de repente, se encontraron con un señor que sabía dónde estaba, pero, a cambio, les dijo que debían acertar un acertijo. Era el siguiente: “un sitio donde la gente va los domingos”. Pepe y su tío pensaron que la respuesta era “la iglesia”, entonces corrieron hacia el lugar mencionado y allí había una maceta, miraron y tuvieron la suerte de encontrar el cromo. Así que Pepe y su tío, al final, fueron muy felices, porque ese cromo era único.
Cuento original: "El niño y los garbanzos".
La chica de enfrente- E18
Allí lo recibió su próxima directora y les dio una cálida bienvenida, aunque, a primera vista, le pareció una persona muy seria. Luego le llevó a un jardín donde estaban todos los demás chicos. Lionel hizo muy buenas migas con un chico con el pelo muy rubio que resaltaba por cada lugar donde iba, al igual que sus ojos verdes como los valores que había allí. Al poco tiempo, Alessandro y Lionel se hicieron muy grandes amigos. Allí había dos edificios: el de las chicas y el de los chicos. La habitación en donde él dormía no le gustaba porque la ventana de enfrente se encontraba la habitación de la chica que le gustaba, la cual se llamaba Alana. Nunca podía dormir espiando a Alana. Lo tenía superenamorado, tanto que estaba obsesionado con ella, sentía que podía vivir sin ella. Lionel siempre intentaba interactuar con ella, pero ella pareció no darse cuenta o eso es lo que quería creer y que no lo estaba ignorando. Siempre le hacía gestos a través de la venta, pero ella nunca lo veía. No podía hacer otra cosa, ya que allí los chicos y las chicas nunca estaban separados en diferentes edificios y no se juntaban. Lionel estaba desesperado no podía parar de pensar en ese pelo rizado pelirrojo, ni en esos ojos azules que hacían que se quedara embobado. Fue tanto el desespero de Lionel, que Alessandro se sentó a hablar seriamente con él, y le preguntó qué le pasaba, que estaba muy apagado. Lionel le contó todo y Alessandro le dijo que no dejará de luchar por ella, que algún día se fijaría en él. Y así fue un día como otro cualquiera ella lo vio y, a partir de ese día, se hicieron muy buenos amigos.
Un día, Lionel saltó y fue a la habitación de Alana, entrando por la ventana, ella lo miró desconcertada, y él le confesó todo; dijo que necesitaba tenerla delante, abrazarla, a mirar esos ojos azules, sin que fuese a través de una ventana, ella le confesó que sentía lo mismo por él. A partir de ese momento, se hicieron pareja, hasta que llegó el momento de decir adiós, ya se terminaba el internado y no se volverían a ver jamás. Lionel le prometió a Alana ir a buscarla cuando fueran mayores y ella le prometió esperarlo. Tres años después, Lionel, por fin, fue mayor de edad y recorrió medio mundo para encontrar a Alana. Y después de casi un año, la encontró. Desde ahí, jamás se separaron. Ahora Lionel no deja de agradecer a medio pollito por lo que sucedió.
FIN
Cuento original: "Medio pollito".
La serpiente embrujada- E17
Cuento original: "La serpiente blanca".
La bruja- E16
Érase una vez una niña pequeña a la que encantaban los dulces, pero sus padres no la dejaban comerlos, ya que decían que eran muy malos para la salud. Entonces ella solo los comía en los cumpleaños de sus amigos o cuando sus padres no se daban cuenta. Ella siempre soñaba con tener una casa hecha de dulces, pero ella pensaba que eso nunca se haría realidad. Pasaron los años y ella estaba cansada de vivir con sus padres, ya que no podía comer nada de dulces y como ella ya había cumplido los 18, empezó a comportarse muy mal con sus padres y eso pasó con todo el mundo. Ya nadie quería ser su amigo y se quedó sola, un día iba caminando por la calle y encontró una puerta que la conducía directamente al bosque. Ella, sin pensarlo, abrió la puerta, cuando ella se vio en medio del bosque sola empezó a andar hasta que se encontró con la casa de sus sueños. Y ella finalmente pensó que ese era su hogar. Finalmente, ella se quedó a vivir en esa casa superfeliz disfrutando de los dulces, ya que nunca se le acababan. Ella, que era muy antisocial, ya no convivía con nadie. A partir de ahí, nadie, ni siquiera sus padres, supieron nada más de ella.
Cuento original: "Hansel y Gretel".
La personalidad de cada uno- E15
Había una vez que el rey de Grecia estaba muy malo y llamó a sus tres hijos. Javier era un chico muy valiente y bueno. Antonio era muy listo y astuto; Juan era un pelota, pero por dentro era muy mala persona. El padre les dijo que tenían que ir a por su medicina que estaba encima de un monte, pero estaba muy lejos. Para poder ir, cada uno tenía que ir por un camino, pero quien hiciera algo malo se le rompería el camino y se moriría.
Cada uno tuvo que elegir un camino. Juan, que fue muy rápido, cogió el camino más bonito y rápido. Antonio cogió el camino rápido, pero no tenía muy buena pinta; y Javier tenía que ir por el más largo y por el desierto.
Cada uno empezó por su camino, pero cuando Javier estaba a punto de llegar al monte se encontró un mosquito gigante y no pudo con él y lo mató. Mientras los otros hijos seguían su camino, se encontraron al final a lo lejos y querían seguir juntos, pero a Antonio se le iluminó el fresco y quiso matar a su hermano, pero la serpiente lo mató.
Al final llegó el hermano y consiguió dar la medicina y salvó a su padre.
Cuento original: "Los tres hijos y el tesoro".
Los cuervos no son siete- E14
Había una vez una familia que quería tener un niño, pero tenían tan mala suerte, que tenían siete niñas y ni un solo varón. La familia tuvo suerte, por un día, y el niño nació. Cuando el niño creció, la madre se puso mala y se iba a morir el hijo fue a por agua al pozo porque es lo que necesitaba la madre, pero el niño todavía era pequeño y pudo coger el agua, pero, a la vuelta, cuando estaba llegando, se tropezó y el agua se le cayó encima a una de sus hermanas, la cual se puso a llorar. Su padre le dijo al hijo que ojalá se lo llevaran bajo tierra y que así aprendería una lección y el hijo se hundió en la tierra. Solo vio al padre, el cual dijo a su familia que había desaparecido, pero un día, mientras el padre hablaba con una de sus hijas, se le escapó lo que le había pasado a su hijo, y le contó toda la historia a su hija, la cual fue con sus hermanas a buscar al hermano bajo tierra, preguntando a todo el pueblo si sabían cómo ir bajo tierra.
A pesar de sus esfuerzos, no encontró a nadie que supiera nada hasta que un anciano les contó que sabía de una cueva que llevaba a donde ellas querían, pero que era muy peligrosa y tendría que ir preparadas y fueron al herrero para hacerse herramientas, con las cuales se fueron defendiendo mutuamente hasta llegar a donde un gigante defendía un castillo de obsidiana. Les dijo que solo se abriría con una contraseña, que era el nombre del rey del castillo. Como no sabían su nombre, dijeron el nombre de su hermano y el hermano abrió la puerta. Hablaron un rato y al final dijeron que con los gigantes podrían invadir algún pueblo y convertirse en los líderes gracias a su ejército de cien gigantes. Entonces salieron y su plan funcionó y crearon su propio imperio llamado el Imperio romano, en honor a un amigo llamado Romeo.
Cuento original: "Los siete cuervos".
El gran castigo- E13
Hace muchos años había un zorro. Él no tenía amigos porque siempre engañaba a todos y, encima, siempre iba robando comida y objetos. Un día, el zorro decidió disfrazarse para así poder robarle la comida a la paloma. Una vez pensado eso, el zorro se puso manos a la obra y empezó a buscar sus materiales para construir el disfraz. Una vez que reunió todos los materiales, comenzó a hacer el disfraz. El zorro hizo un disfraz de paloma, para hacerse pasar por un familiar de la paloma. Teniéndolo todo ya, se fue a buscar a la paloma. Pero ella sabía que el zorro tramaba algo, por lo que había descubierto su plan e iba a impedir que le saliera bien. La paloma y él se encontraron y ella actuó como si no supiera nada del malvado plan. Mientras que el zorro se hacía pasar por su familiar, el cuervo, que era un gran amigo de la paloma, creó unas trampas. La trampa era una caja llena de comida que serviría para que cuando se acercara el zorro, se abriera una trampilla y quedara encerrado. Todo le estaba saliendo al zorro como él quería, hasta que llegó al lugar donde estaba la trampa. Una vez allí, la paloma le dijo al zorro que se tenía que ir un momento y el zorro aprovechó y se acercó a la caja, a ver si pillaba algo de comida. Cada vez se acercó más, hasta que cayó en la trampa. La paloma y el cuervo, felices, se acercaron a donde estaba atrapado el zorro. El animal estaba muy triste porque sabía que la había fastidiado. Mientras que el zorro lloraba, la paloma y el cuervo fueron a la comisaría para explicarles lo que había sucedido al policía. Después de escuchar eso, el policía fue directo a la trampa a coger al zorro, el animal cayó en depresión y se prometió a sí mismo que ya no volvería a robar ni hacer nada así nunca más. Mientras tanto, la paloma y el cuervo llamaron a sus amigos y celebraron una fiesta con todos ellos, celebrando que nadie más les robaba la comida. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Cuento original: "El zorro, la paloma y el cuervo".
Aracely- E12
¿Cómo debería empezar el cuento? Bueno, pues como todos los cuentos.
Érase una vez una linda adolescente llamada Aracely Belén, mejor conocida como Ara. Ella convivía con la mujer de su padre, llamada Neferet, y la hija de esta llamada Indivar.
Neferet era muy caprichosa y egoísta, porque siempre mandaba a Ara a limpiar la casa, cocinar y la maltrataba mucho. Y diréis... ¿y su hija Indivar qué? Bueno, ella estaba malcriada porque era una copia igualita de su madre. Desde que se murió su papá, Ara tenía algo roto, que dijo que nunca se lo curaría. Ella siempre se iba a dormir pensando en su papá y en por qué se casó con Neferet, peor no le echaba la culpa, solo lo preguntaba. Su padre era un lindo hombre que siempre tenía una sonrisa como Ara, su madre era igual que Ara, piel canela y morena con el pelo largo.
Un día, Neferet mandó a Ara a por frutas, en pleno invierno, con un vestido de papel a la ciudad, ella le dijo que hacía mucho frío y la ciudad estaba lejos, pero Neferet dijo que haga lo que ella diga, sin ninguna excusa. Neferet le dio un trozo de pan y Ara se fue a la ciudad después de caminar mucho, llegó y había tres enanitos que le preguntó si le podía decir dónde podía encontrar freses.
Los enanitos les dijeron que allí había una casa y tenía un árbol, con muchas fresas, Ara se lo agradeció y dijo si querían que les ayudaste en algo ellos negaron, pero pidieron pan. Ara solo tenía un poco de pan, lo cortó en tres pedacitos y ella se los dio. Ara fue hasta la casa y tocó la puerta una señora joven y linda llamada Cristhy le dio fresas y le dijo que pasase que hacía mucho frío. Ara se lo contó todo y Cristhy estaba flipando... Le dijo que cuando lo necesitara, ella siempre estaría para ella. Cristhy le dio un abrigo y le dio un abrazo. Ara se fue bien contenta hasta su casa y se lo dijo a la madrastra. Neferet le dijo que volviera, ya que las fiestas estaban buenísimas. Ara volvió y se enamoró de Christopher, el hijo de Christy, y fueron felices. Tuvieron un nene y una nena y Neferet e Indivar vieron, muertas de envidia, como Ara era feliz y tenía mucho dinero y el amor de su vida. Indivar y Neferet se suicidaron.
Cuento original: "Los tres enanitos del bosque".
El señor del saco- E11
La maldición del diablo- E10
El retorno de la bruja Baba Yaga- E41
Todo empezó después del final del anterior cuento. La madrastra de la niña, después de ser expulsada de la casa del padre, muy enojada, fue ...
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El soldado estaba muy preocupado; sabía que tenía que ayudar a sus compañeros descubriendo ese acertijo para no ser esclavos del mismísimo d...
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Érase una vez, hace bastante tiempo, el hijo del famoso Juan Sin Miedo, que tampoco temía a nada. El chico, también llamado Juan, quería ser...
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Esta preciosa historia de amor comenzó cuando el medio pollito le dio una lección al hijo del rey que jamás olvidará. A partir de ese incide...