Hace muchos años había un zorro. Él no tenía amigos porque siempre engañaba a todos y, encima, siempre iba robando comida y objetos. Un día, el zorro decidió disfrazarse para así poder robarle la comida a la paloma. Una vez pensado eso, el zorro se puso manos a la obra y empezó a buscar sus materiales para construir el disfraz. Una vez que reunió todos los materiales, comenzó a hacer el disfraz. El zorro hizo un disfraz de paloma, para hacerse pasar por un familiar de la paloma. Teniéndolo todo ya, se fue a buscar a la paloma. Pero ella sabía que el zorro tramaba algo, por lo que había descubierto su plan e iba a impedir que le saliera bien. La paloma y él se encontraron y ella actuó como si no supiera nada del malvado plan. Mientras que el zorro se hacía pasar por su familiar, el cuervo, que era un gran amigo de la paloma, creó unas trampas. La trampa era una caja llena de comida que serviría para que cuando se acercara el zorro, se abriera una trampilla y quedara encerrado. Todo le estaba saliendo al zorro como él quería, hasta que llegó al lugar donde estaba la trampa. Una vez allí, la paloma le dijo al zorro que se tenía que ir un momento y el zorro aprovechó y se acercó a la caja, a ver si pillaba algo de comida. Cada vez se acercó más, hasta que cayó en la trampa. La paloma y el cuervo, felices, se acercaron a donde estaba atrapado el zorro. El animal estaba muy triste porque sabía que la había fastidiado. Mientras que el zorro lloraba, la paloma y el cuervo fueron a la comisaría para explicarles lo que había sucedido al policía. Después de escuchar eso, el policía fue directo a la trampa a coger al zorro, el animal cayó en depresión y se prometió a sí mismo que ya no volvería a robar ni hacer nada así nunca más. Mientras tanto, la paloma y el cuervo llamaron a sus amigos y celebraron una fiesta con todos ellos, celebrando que nadie más les robaba la comida. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Cuento original: "El zorro, la paloma y el cuervo".
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