Después de que la reina se fuera del castillo con el rey, el diablo se enfadó mucho porque no había podido conseguir lo que quería. Al no conseguir a la hija del molinero, pensó en quedarse con el nieto del molinero para que su hija pudiera casarse, entonces se fue a hablar con su hija.
—Hija mía, tengo una buena noticia para ti—dijo el diablo.
—Dime, padre— dijo su hija Annabelle.
—Por fin te voy a conseguir un esposo digno para ti— dijo el diablo supercontento.
— Me parece bien, pero ¿cómo lo vas a conseguir si donde estamos solo hay memos?
—Ya lo sé, hija, pero ¿qué pasa si te digo que es el hijo de un rey?
— Bueno, si lo puedes conseguir, me parece bien.
El diablo empezó a hacer un plan para conseguir al hijo del rey. Entonces, el diablo, que se llamaba Lucifer, se disfrazó de campesino y se fue hacia el castillo. Mientras que iba andando, se encontró un jovencito con el pelo rubio y los ojos azules que iba a caballo con unos caballeros, entonces Lucifer pensó que ese jovencito era el príncipe. Después de un largo rato, se acercó al príncipe y le dijo:
—Disculpe, hermoso caballero, ¿me podría decir por dónde se puede ir al castillo?— preguntó Lucifer.
—Claro que sí. Si sigues recto, hay un pozo, en el pozo gira a la derecha y sigue todo recto —dijo el príncipe Aitor.
—Vale, muchas gracias, señor. — dijo Lucifer con una sonrisa malvada en la cara.
—De nada, campesino. — contestó el príncipe.
Entonces, Lucifer hizo caso al príncipe y llegó al castillo en un abrir y cerrar de ojos. Cuando llegó, vio a la reina en el jardín plantando flores, entonces Lucifer se acercó.
—Hola, reina mía, ¿te acuerdas de mí?—dijo Lucifer con voz enfadada.
—Claro que me acuerdo de ti— dijo angustiada—¿no nos dijiste que ya estaba todo aclarado?
—Estaba aclarado el tema, pero mi hija necesita un esposo y me he enterado de que su hijo, el príncipe, está soltero, así que vengo a llevármelo para que mañana se case con mi hija.
—¡No puedes hacer eso!—dijo la reina gritando de tristeza y con lágrimas en los ojos.
En ese momento, Lucifer desapareció con un chasquido y la reina llamó rápidamente a los caballeros que iban con su hijo y le preguntó por él, pero ya era tarde. Lucifer se llevó al príncipe Aitor. Al principio, él estaba asustado, pero Lucifer le dijo que no tenía que preocuparse.
—¿A dónde me llevas?—dijo Aitor, un más tranquilo.
—Vamos a ver a mi hija para que la conozcas. Mañana os casaréis.
Aitor no dijo nada porque pensó que si decía algo se iba a enfadar, entonces se quedó callado y escuchando. Cuando llegaron vieron a Annabelle. Aitor se le quedó mirando por un buen rato porque era la chica más bonita que había visto en la tierra. Aitor se despreocupo de todo, de sus padres, de donde estaba todo. Al día siguiente, se casaron, ninguno de los dos se negó a hacer la boda, sino que no podían esperar al día siguiente. Después de casarse, formaron una familia y fueron felices para siempre.
Cuento original: "La doncella sin manos".
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